Benvinguda!!

Hola a tothom;

Hem iniciat un nou semestre i amb ell, un nou període de pràctiques. Estic molt engrescada i, com sempre, estic gauditn moltíssim d'aquesta estada de pràctiques com a futura psicopedagoga.

En aquest moment us dóno la benvinguda al bloc atès que, el redefineixo per tal de poder exposar-vos tot allò que vagi realitzant com a alumna de psicopedagogia. Es tracta d'una eina per compartir totes aquelles inquietuts, avenços, dubtes... que vagin sorgint amb l'objectiu de poder compartir coneixement i enriquir-nos mútuament.

Concretament els temes amb els que treballaré són nens i nenes de diferents etapes evolutives, concretament primària i ESO que presenten dificultats diverses i amb els que es treballarà per tal de poder ajudar-los des de diferents perspetives i amb diferents materials i metodologies, sempre tenint en compte les necessitats de cada nen i els ritmes d'aprenentatge individuals. Aquestes nens i nenes tenen dificultats diverses, amb els que jo treballaré són bàsicament els següents:
  • Nen de primària en situació de risc social hipoestimulat amb el que es realitzarà la reeducació pedagògica necessària i estant molt alerta de les necessitats emocionals que mostri.
  • Nena adolescent afectada per la Síndrome d'Asperger, amb ella es treballa sobretot les dificultats d'aprenentatge mitjançant reeducacions pedagògiques.
  • Nena que arriba al recurs on realitzo les pràctiques per tal de ser diagnosticada. Des de l'EAP comenten que podria tractar-se d'una dislèxia...
  • Nena adolescent diagnosticada com a dislèxica i que, a més, presenta dificultats en l'àrea de les matemàtiques.   
Espero que tot allò que us pugui presentar sigui del vostre interès, que us sigui útil en cas de requerir-ho i que, pogueu gaudir amb el meu bloc de la mateixa manera que jo ho faig cada dia amb els nens i nenes amb els que puc intervenir com a psicopedagoga.

Salutacions

Inés Solé Vericat
Arran de la finalització de les meves pràctiques de psicopedagogia amb nois i noies diagnosticats amb la Síndrome d'Asperger, he decidit poder redefinir la utilitat del meu bloc amb tot tipus d'informació interessant i rellevant per tal que tots el puguem tenir a l'abast.

Espero que us sigui útil!!

Inés

Las madres ponen las normas, los padres se los llevan de juerga

Esteban Hernández.-  26/09/2011  (06:00h)
Los hombres ya no son el referente del esfuerzo y del sacrificio. Esos padres que mantenían el orden en el hogar y que se ocupaban de la familia tras una jornada de trabajo duro ya no están presentes en la mente de los chicos.  Hoy, en un entorno de ausencia masculina, sea por los divorcios o por las largas jornadas laborales, la tarea educativa de los hombres es llevar a los niños al centro comercial el fin de semana, mientras que son las madres las encargadas de que aprendan pautas de comportamiento, interioricen las normas y hagan los deberes. Y algo muy similar, señala Stéphane Clerget, psiquiatra infantil, y autor de Para hacernos respetar (Ed. Octaedro), está ocurriendo en la escuela, donde el fracaso de los niños ha aumentado a medida que los varones desaparecían del cuerpo educativo. En Francia y en España, casi el 90% de los docentes de Infantil y de Primaria son mujeres. Lo cual, aclara Clerget, nada tiene que ver con la competencia pedagógica, que es la misma en hombres que en mujeres, sino que está mucho más relacionado “con una cuestión afectiva”.
Los problemas educativos que están sufriendo los niños, asegura Clerget, se inician con el aprendizaje de la lectura y de la escritura, continúan a medida que se sube en el nivel educativo “y llegan hasta la universidad, donde los hombres están subrepresentados en los estudios superiores, salvo en carreras poco demandadas como matemáticas”.
En otras épocas, se achacaba el mayor nivel de éxito intelectual de los niños a la posesión de una mayor inteligencia. “Se decía que como tenían un cerebro mayor, eran más listos”. Pero hoy se sabe que si las niñas fracasaban con mayor frecuencia “era sólo porque estaban menos estimuladas escolarmente y porque no estaban destinadas a ocupar puestos de responsabilidad en la sociedad, la mayor parte de los cuales les estaban prohibidos”. Además, señala Clerget, tampoco contaban con modelos de mujeres exitosas. Por eso las niñas terminaban creyéndose que estudiar no era para ellas.
Hoy ocurre algo similar con los chicos. Suele explicarse su mayor cota de fracaso desde una desventaja genética, argumentando que si los niños obtienen malos resultados es porque son más inestables, más movidos, cuando no hiperactivos, y porque no son capaces de prestar atención, en lugar de preguntarse si no es un ambiente escolar o social inadaptado la causa de los problemas. “La inteligencia no es una cuestión de sexo. Los cerebros de las niñas y de los niños son igualmente competentes, y si la escuela estuviera adaptada para ambos por igual, sus resultados serían equivalentes”. Para Clerget, que en matemáticas y ciencias los chicos continúen destacando tiene que ver con que “en el imaginario colectivo, y sin duda en el de los niños, las matemáticas se inscriben en el registro de lo masculino. A los niños se les suele exigir que controlen sus emociones y las ciencias tienen mucho que ver con ese dominio de lo racional”.
El conocimiento, cosa de chicas
Los niños toman progresivamente consciencia de la existencia de los dos sexos, distinguiendo a los hombres de las mujeres en las fotos desde los pocos meses. “A los tres años se saben chica o chico, aunque no conozcan, claro está, todas las diferencias que existen entre uno y otro. A partir de ese momento, van a ver el mundo, como por otra parte hacen los adultos, a partir de lo masculino, lo femenino y lo neutro”. Su ropa, sus colores, los juegos, las maneras de ser, sus intereses y lo que aprenden estarán teñidos de esa mirada.
Así, su identidad sexual dará forma al cristal a través del cual van a observar el mundo. Y, en ese terreno, el principal problema con que se encuentran es que la educación y el saber aparecen como campos inequívocamente femeninos. Por eso, “salvo en aquellas familias donde el padre muestra un especial interés por el conocimiento, lo más habitual es que los chicos perciban el aprendizaje como algo propio de las chicas, lo que hará que lo acepten mal”.
Para un chico, aclara Clerget, aprender de un adulto es tomar como propia una parte de él; devenir él, en cierta manera. “Por eso los niños pequeños tienen necesidad de que los modelos de referencia cercanos sean hombres, ya que les facilita reconocerse en ellos”. Eso es lo que hace absolutamente necesario establecer la paridad en el colegio, “de forma que los niños dejen de ver la escuela, los deberes y el conocimiento como algo femenino. Es importante que muchos niños dejen de creer que la poesía, la elocuencia, la gramática y, en general, el éxito escolar pertenecen al orden de la mujer y que lo masculino se inscribe en el campo del ocio, del placer y de la transgresión de la ley. Masculinizar la educación es hacer de la escuela un lugar que no sea ni masculino ni femenino sino neutro, donde los niños y niñas consigan triunfar por igual”.

Dos de cada tres niños diagnosticados como hiperactivos no padecen la enfermedad



Marta Matute.-  24/09/2011  (06:00h)
No son todos los que están ni están todos los que son. Desde hace años, las asociaciones de padres con hijos que padecen Hiperactividad y Déficit de Atención (TDAH) denuncian el gran desconocimiento social, y a veces médico, que aún existe en España alrededor de una enfermedad que, a menudo, deja graves secuelas académicas y psicológicas en quienes la sufren, mayoritariamente, niños y adolescentes. El Confidencial ha reunido en la misma mesa a cuatro reconocidos expertos en el tema: el doctor José Luis Pedreira, psiquiatra del Hospital madrileño Niño Jesús, el neuropediatra Daniel Martín Fernández- Mayoralas, especialista del Hospital Universitario Quirón, la pedagoga Isabel Orjales y Teresa Mora, enfermera, madre de hiperactivo y presidenta de la Asociación de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención ANSHDA.
La polémica estuvo servida:
José Luis Pedreira.- El síndrome de hiperactividad y déficit de atención es un síndrome de paradoja… ¿Qué quiero decir? Que hay aproximadamente un 30% de niños que padecen este trastorno que no están diagnosticados, aunque los estudios epidemiológicos los detectan y que, entre los diagnosticados, un 62% no cuentan con un diagnóstico correcto. Dos de cada tres menores, en tratamiento psicológico, y a veces, farmacológico, en realidad no tienen la enfermedad.
Teresa Moras.- Cada vez que un escolar tiene problemas de aprendizaje o de conducta, los profesores piensan que tiene hiperactividad o déficit de atención o las dos cosas; pero un niño que se mueve mucho no tiene por qué ser hiperactivo y si está sufriendo la separación de sus padres no tiene por qué padecer déficit de atención.
J.L.P.- Eso es porque en España diagnostica el TDAH hasta el portero de la esquina.
Isabel Orjales.- El problema, a mi juicio, no es el sobrediagnóstico. Creo que se ha avanzado mucho en el conocimiento de la patología. Lo que puede estar sucediendo es que el dictamen se esté haciendo a edades demasiado tempranas y de manera muy superficial.
T.M. -Los padres llevamos años pidiendo que la evaluación la hagan profesionales cualificados, porque la falta de consenso y de unidad de criterios en este campo es fuente constante de incertidumbre entre las familias. Llegan a ANSHDA y nos comentan: el médico nos ha visto cinco minutos y hemos salido de la consulta con una pastilla… Ahí empieza la duda, y el peregrinaje por un montón de especialistas buscando una segunda opinión, porque cómo voy yo a medicar a mi hijo, y entonces se busca un nuevo juicio. Y muchas veces los pareceres no son coincidentes y crean más incertidumbre.
J.L.P.- Mientras no haya un consenso internacional en otro sentido, hoy por hoy el trastorno por hiperactividad y déficit de atención está en el apartado F de la DSM IV de los trastornos, es decir, debe ser evaluado por un psiquiatra. El apartado que clasifica los trastornos neurológicos es el apartado G. 
(Nota de la Redacción: para el diagnóstico del TDAH en niños y adolescentes, se recomienda emplear los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR o de la CIE-10. Actualmente, tanto los criterios del DSM-IV-TR como los de la CIE-10 se encuentran en proceso de revisión, pues se están elaborando el DSM-V y la CIE-11).
T.M.- Uno de los grandes problemas que tenemos es precisamente éste, la controversia entre profesionales en el diagnóstico del TDAH. A las familias nos da igual que diagnostique un psiquiatra o un neurólogo, nosotros siempre decimos: el que sepa.
Daniel Martín Fernández-Mayoralas.- Hay muchos psiquiatras que hacen una aproximación clínica muy cercana a la de los neurólogos infantojuveniles, y otros que no…Son escuelas. Y yo creo que lo mejor es evitar las controversias que no van a ninguna parte, y colaborar. Los neurólogos no tratamos el TDAH porque sí, lo tratamos porque se nos ha exigido, y cuando uno lleva una década dedicado a esto, algo sabe, creo yo. Son miles los niños que hemos visto ya.
I.O.- La evaluación debería realizarse con un equipo multidisciplinar partiendo de una valoración médica, psicológica, educativa y social y debe estar al margen de quién tiene o deja de tener cuál o tal competencia.
T.M.-  Eso es lo que llevamos pidiendo las asociaciones desde hace años… Equipos multiprofesionales. La controversia sólo lleva a la confusión, y así los padres llegan a la asociación diciendo: he ido a tal sitio y me han dicho no se qué, pero luego el psicólogo me ha dicho no se cuántos, y el niño se convierte en adolescente y tú, familia, aún no tienes una respuesta clara, y la angustia crece. Y no hay que olvidar que estamos hablando de un trastorno psiquiátrico leve cuyas consecuencias sociales pueden ser muy graves.
J.L.P.- El problema es que muchos especialistas no emplean los llamados criterios de exclusión médica, fundamentales en el diagnóstico de este trastorno. Muchos leen en los manuales los síntomas asociados a hiperactividad y dicen: los cumple, este niño tiene hiperactividad. Sin saber que hay otros muchos problemas psiquiátricos que presentan síntomas concomitantes, y por eso el TDAH está tan mal diagnosticado. A mí me han llegado niños con autismo diagnosticados como TDAH.
T.M.- Es que a veces los padres quieren que sus hijos tengan cualquier cosa menos autismo…
J.L.P.- Por eso lo más importante no es lo que diagnostico, sino lo que quito. Hay actos que parecen patológicos y, sin embargo, están en el límite de la normalidad en determinadas etapas del desarrollo.
D.M.- Pero no hay que olvidar que el TDAH es un trastorno sumamente heterogéneo y que con mucha frecuencia es comórbido con otros trastornos neurológicos y psiquiátricos, como el trastorno bipolar, o fácilmente confundible durante las fases precoces de una esquizofrenia…
J.L.P.- No estoy de acuerdo. Qué es lo que ocurre, que cuando yo diagnostico psicosis a un niño, no es que el niño sea comórbido con hiperactividad, es que el niño psicótico se mueve sin parar, eso es lo que está pasando...
I.O.- Las dificultades para determinar si unos síntomas son secundarios a un trastorno principal o, por el contrario, lo son de un trastorno comórbido son evidentes. Y nos olvidamos de que algunos cuadros no dan la cara hasta tiempo después y que durante los primeros años no encajan en otro diagnóstico reconocible más que el de TDAH. Pero seguimos empeñados en afirmar que trastornos como el bipolar o la hiperactividad son fáciles de diagnosticar, que son excluyentes, que son claros incluso a edades tempranas y en todos los casos.